Poseer un coche en las mejores condiciones es fundamental para cualquier conductor que desee recorrer los caminos. Los vehículos son máquinas potentes, sin embargo, como toda maquinaria sufren desperfectos y, en consecuencia, deben tener revisiones constantes.
Los diferentes sistemas y piezas que los constituyen son tecnologías que no deben tener fallas repentinas, ya que, de lo contrario, se pueden sufrir accidentes graves.
Los distintos sistemas como el de tracción, el de suspensión, lo frenos, las llantas, y más, deben ser revisados con frecuencia y tener mantenimiento, con el propósito de que sus funciones las realicen de forma correcta. Por supuesto, el sistema de transmisión también debe ser examinado y tener mantenimiento constante.
En esta nota, te mencionaremos cómo y cuándo darle mantenimiento al sistema de transmisión, para que, de ser el caso, acudas con un mecánico y así tu coche se desempeñe de forma óptima.
¿Cómo funciona el sistema de transmisión?
La caja de transmisión se compone de varias partes: la caja de velocidades, el embrague, el árbol de transmisión, el diferencial y los pilares. Juntos, aseguran que tu auto tenga la suficiente potencia para viajar a grandes velocidades.
Del mismo modo, existen diferentes tipos de transmisión, como, por ejemplo, la transmisión de propulsión trasera, doble transmisión, transmisión total, entre otras.
Su función radica en transmitir, al transformar la energía térmica en energía mecánica, la potencia que genera el motor hacia las ruedas para que el vehículo pueda avanzar.
Además, a través de diversas estrategias de control, como el uso de sensores y actuadores, la transmisión puede adaptarse a las condiciones de la carretera y a las preferencias del conductor, por lo que mejora la experiencia de manejo y la eficiencia en el consumo de gasolina.
¿Cómo se da mantenimiento a la caja de transmisión automotriz?
La caja de transmisión requiere un mantenimiento frecuente para asegurar su correcto funcionamiento y, así, prolongar su vida útil:
- Cambiar el aceite de transmisión con regularidad. Este se cambia cada cierto número de kilómetros; eso depende del modelo del vehículo y de las recomendaciones del fabricante.
- En caso de detectar alguna fuga de aceite, es importante que se repare lo más pronto posible, ya que la falta de aceite o la presencia de aceite contaminado puede provocar daños graves en la caja de transmisión.
- Mantener en óptimas condiciones el sistema de refrigeración, ya que de lo contario el sistema de transmisión se puede sobrecalentar y, en consecuencia, presentar desperfecto.
- Si la transmisión es automática, es necesario que seas cuidadoso en que tu auto no se patine en el lodo (el denominado aquaplaning), ya que esto también puede sobre calentar el sistema de transmisión.
- Asimismo, es necesario revisar con regularidad los componentes mecánicos: el convertidor par, el diferencial y los rodamientos. Estos componentes, debido a los materiales que los constituyen, pueden desgastarse con el tiempo y, en consecuencia, necesitan ser remplazados periódicamente para evitar daños mayores a la caja de transmisión.
Para que todo lo anterior sea hecho de forma profesional, te recomendamos que lleves tu auto a algún taller especializado, para que un especialista haga los ajustes necesarios, ya que todo esto requiere de un conocimiento técnico específico y, también, de algunas herramientas especializadas.
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