Mantener los frenos de tu auto en buen estado es fundamental para mantener la seguridad en el manejo, una buena respuesta ante imprevistos en el camino y evitar accidentes.
Pero como todos sabemos esta pieza es de las que mayor exigencia tienen, porque prácticamente se usa todo el tiempo. Por ello es muy importante estar atento a cualquier señal de mal funcionamiento, para que puedas prevenirlo. En estos blogs no nos cansaremos de repetirlo, será mucho más barato hacer un cambio de una pieza de refacción que arreglar todo un sistema dañado por falta de mantenimiento o mal uso. Por eso la prevención es la mejor herramienta para evitar accidentes.
Entonces vamos a entrar de lleno al tema: ¿por qué ese molesto ruido cuando pisas el pedal del freno? Es casi como un chillido, un sonido agudo generado por la fricción. Y aunque cualquier persona te dirá que debes cambiar las pastillas de los frenos de tu auto, veremos que puede deberse a más factores. Te hablaremos de cómo detectarlos y qué hacer para que tus frenos funcionen correctamente.
Los frenos chillan por fricción
Todos los frenos, sin importar su tipo funcionan mediante la presión del freno con el disco de la llanta para disminuir el giro y poder detener el auto. Lo que cambia es la tecnología y el sistema que se utiliza para lograrlo, pero en todos los casos el mecanismo es el mismo.
Si tienes frenos de tambor, de disco o con tecnología ABS puedes tener este problema. Veamos cuáles son las causas más comunes y qué hacer en estos casos.
Las pastillas del freno
Si tus frenos chillan hasta cuando frenas en un alto, lo primero que debes valorar es un cambio de las pastillas del freno.
La pastilla del freno es la encargada de ejercer la presión cuando pisamos el pedal de freno, mediante una serie de pistones hidráulicos que la empujan para sujetar el disco. Estas pastillas presionan el disco de la llanta, generando fricción y calor para poder detener el vehículo.
Claro que es uno de los componentes con mayor desgaste. En el mercado hay componentes de refacción de esta pieza de distinta calidad y precio.
Las orgánicas sin asbestos suelen ser de las más económicas y su material es menor rígido que otras. Este tipo de pastillas suelen presentar poco o nulo ruido al friccionar con el disco, pero se desgastan más rápido y generan polvo.
Las pastillas de cerámica tienen una muy buena respuesta al contacto con el disco, además de que generan muy poco calor durante la fricción. Tienen un costo mayor, pero su rendimiento se ajusta a la mayoría de autos comerciales.
Las pastillas metálicas o semimetálicas están hechas de aleaciones de metal que dan una mejor respuesta al contacto con le disco. Son ideales para autos de carga, SUV y Urbans, ya que resisten mejor autos de pesos medianos. El desgaste entre la fricción de metales suele producir polvo y generar suciedad, que después pueda convertirse en ruido al momento de frenar.
Discos o tambores desgastados
La segunda causa más recurrente del famoso ‘chillido’ en los frenos se debe a el desgaste de los discos de freno.
El disco es el dispositivo anclado al buje de la rueda, conformado por la banda o pista de fricción, que es donde van las pastillas de freno y la campana, que son los espacios para montarlo y ajustarlo.
El desgaste de los discos se debe también a la fricción que se genera en ellos. Así que si ya cambiaste las pastillas de freno y sigues escuchando a la llorona cada que frenas tu auto, tendrás que dar el siguiente paso y buscar el cambio de los discos de freno.
En el caso de los frenos de tambor, el desgaste es mucho mayor que el de los discos, por las características de estos frenos. Al tener una capa que recubre el disco, por eso se llaman así, por la forma que tienen, la fricción entre los componentes es muy alta. Los frenos de tambor son los que más desgastan a los discos y viceversa. Así que tendrás que revisar ambos, y en la medida de lo posible, cambiarlos por pares, delanteros y traseros.
Calentamiento por fricción
¿Qué sucede si ya cambiamos nuestras pastillas y nuestros discos y solo nos queda esperar el trayecto más silencioso del mundo y de repente… otra vez el mentado ruido? En este caso solo quedarían algunas explicaciones: los componentes nuevos deben tener un poco de uso, para que se acoplen y comiencen a funcionar con normalidad, o bien, no fueron instaladas y lubricadas correctamente las piezas nuevas. Finalmente puede deberse al líquido de frenos, que ya esté muy desgastado y no cumpla su objetivo que es facilitar la fuerza que se ejerce del pedal al freno.
En cualquiera de estos casos, tendrás que regresar con tu mecánico, o si lo hiciste tú mismo, revisar nuevamente que los componentes están bien colocados y lubricados. Recuerda que la limpieza de los frenos debe hacerse con regularidad, una vez al año, ya que la acumulación de agua, polvo y suciedad afectan su funcionamiento y reducen su tiempo útil.
¿Cada cuando debo cambiar los frenos de mi auto?
Los vendedores de frenos te van a decir que cada 15,000 kilómetros para que corras a comprarlos. La realidad es que influyen diversos factores, como son el uso, el terreno en el que transita el auto, el peso del automóvil y hasta el modo en el que se conduce y se pisa el freno de cada conductor. Por lo que no hay una regla que diga con exactitud cuándo debes cambiar los frenos de tu auto. Los fabricantes, por ejemplo, garantizan el correcto funcionamiento de los frenos por lo menos los primeros 50, 000 kilómetros y hay casos que no tengas que cambiarlos hasta los 100,000.
Pero si detectas alguna de las fallas que hemos mencionado, lo mejor será realizar un cambio en conjunto de pastillas y discos.
Otra prueba que puedes realizar es notar la distancia en la que tu auto tarda en frenarse completamente y registrar la velocidad a la que conduces. Por ejemplo, en velocidades cercanas a 70 km/h, no debería de recorrer más de 50 metros para poder frenar completamente. Si no es así, deberás cambiar tus frenos para garantizar la seguridad de tu auto.
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